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La historia de la Bienal de Venecia tiene raíces lejanas, cuando, en 1895, un grupo de intelectuales locales, encabezados por el alcalde de la ciudad lagunar, decidió organizar una exposición bienal con el objetivo preciso de estimular la creación artística en una Italia recién unificada. Se trata de un acontecimiento extraordinario, sin precedentes en el mundo. Pronto, la fundación también empezó a dar espacio a otras artes, como el cine, la música, la arquitectura, la danza y el teatro: cada evento se celebraba cada dos años, con la excepción del Festival de Cine, que se creó en 1932 pero se celebra anualmente desde 1935.
Las primeras ediciones resultaron enseguida un gran éxito, hasta el punto de que, en 1907, rodeados de la verde elegancia de los Jardines Napoleónicos del siglo XIX, surgieron nuevos pabellones junto al Pabellón Central para albergar de forma permanente exposiciones de artistas procedentes de otros países. Hasta la fecha, la Bienal incluye 29 pabellones de países extranjeros, ellos mismos verdaderas obras maestras artísticas: algunos edificios llevan la firma de arquitectos de fama mundial, como el pabellón de Austria diseñado por Josef Hoffmann, o el pabellón de Finlandia, un edificio prefabricado diseñado por Alvar Aalto.
La Bienal de Venecia es actualmente la principal institución cultural italiana y una de las más prestigiosas del mundo, y acoge tanto obras del pasado, a veces revisitadas por ojos contemporáneos, como creaciones artísticas que reflejan las tendencias más modernas.
En los últimos tiempos, algunos de los pabellones se han renovado, empezando por el sistema de iluminación, que necesitaba una modernización decisiva. Disano, bajo la marca Fosnova (grupo Disano), ha sido la elegida para la iluminación de estos espacios, y cuando se trata de iluminación arquitectónica, Asso destaca como una de las luminarias ideales en la producción de la empresa. Las razones son muchas.
Montados sobre el carril Omnitrack, estos proyectores están equipados con fuentes LED que garantizan un alto mantenimiento del flujo luminoso a lo largo de su prolongada vida útil y permiten reducir sin precedentes los costes de energía y mantenimiento. Además, la salida de luz es estable debido al bajísimo parámetro del dañino flicker (low flicker), beneficiando enormemente el bienestar visual del ojo humano.
Pero eso no es todo. El excelente índice de reproducción cromática de Asso permite percibir los colores en su naturalidad, mientras que la emisión de máxima calidad ilumina perfectamente cuadros, esculturas y cualquier otra instalación artística, resaltándolos con seguridad.
Los pabellones de la Bienal de Venecia están ahora iluminados con una luz adecuada: los proyectores de Disano han proporcionado una excelente visibilidad a los distintos espacios, así como a las obras expuestas, respetando su valor y delicadeza, sin renunciar al ahorro energético.

Wavefront di Reggio Calabria

Panattoni Park Bydgoszcz II

Bienal de Venecia