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Milán es una metrópolis cosmopolita, siempre ajetreada y con prisas, pero igualmente pródiga en monumentos de renombre mundial, algunos de los cuales se han convertido en sus propios símbolos: en primer lugar, el Duomo, con su gran patio eclesiástico y la adyacente Galería Vittorio Emanuele II, que mira hacia el otro gran icono de la ciudad, el Castillo Sforzesco, a poco menos de un kilómetro.
La imponente fortaleza, construida en el siglo XV a instancias de Francesco Sforza, ha acogido a lo largo de los siglos a familias milanesas, gobernantes extranjeros, como Napoleón Bonaparte, e incluso milicias extranjeras, como el ejército austriaco que bombardeó Milán con sus cañones en 1848 durante las famosas Cinco jornadas de Milán.
Tras dejar atrás todas sus vicisitudes bélicas, el Castillo Sforzesco se ha convertido con el paso de los años en custodio de preciosas colecciones de objetos de arte, instrumentos musicales, muebles, artefactos, libros, todo ello conservado en sus numerosas sedes museísticas, entre las que destacan el Museo Arqueológico, el Museo de la Piedad Rondanini, con su famosa estatua inacabada de Miguel Ángel, y la Pinacoteca, que alberga una exposición de obras realizadas entre los siglos XV y XVIII, como pinturas de Andrea Mantegna y Tintoretto.
Igualmente cargado de significado histórico y artístico es el Parco Sempione, no sólo un marco verde para el castillo, sino un verdadero tesoro de obras maestras. Entre el follaje de castaños de indias, olmos y árboles de todo el mundo, asoman valiosas obras de artistas italianos: la fuente Bagni Misteriosi, de Giorgio De Chirico, que se encuentra en el parque desde 1973; o la estatua ecuestre dedicada a Napoleón III, encargada a Francesco Barzaghi en 1873 para homenajear al ejército francés y a su líder tras liberar Milán de la ocupación austriaca.
Por eso, a lo largo del día, un gran flujo de gente acude constantemente a toda la zona, unos para trabajar, otros para pasear y otros para visitar estos lugares tan especiales. Sea cual sea su finalidad, siempre debe garantizarse el máximo nivel de seguridad y visibilidad, especialmente en las horas nocturnas. Esta es la razón principal por la que, en el plan de reurbanización preparado por el municipio, también se incluyó la renovación del sistema de iluminación, esencial para facilitar la habitabilidad de los espacios urbanos y hacerlos más utilizables, sobre todo cuando se pone el sol.
Gracias al proyecto de iluminación realizado por Disano, en las zonas de tránsito alrededor del Castillo Sforzesco y en la gran plaza situada frente a él, se han instalado las luminarias del modelo Garda, ideales para el mobiliario urbano y equipadas con fuentes LED de alto rendimiento: esta solución de alumbrado, de hecho, es capaz de garantizar una buena reproducción cromática con temperaturas de color de 3000K y 4000K, una emisión constante y sin deslumbramientos para la mejor visión posible y el máximo bienestar del ojo humano.
Además, la gama de las diversas potencias con múltiples tipos de óptica –rotosimétrica, asimétrica, carril bici y peatonal– permite iluminar calles, caminos y zonas verdes con una difusión y potencia de la luz en relación con el contexto, facilitando el ahorro de energía y reduciendo los costes de mantenimiento. Pero eso no es todo, ya que un equipo técnico tan avanzado es capaz de garantizar la seguridad y la salud visual del individuo, así como de proteger la flora y la fauna, según los resultados de numerosas investigaciones recientes sobre el tema.
Y, como en todos los productos Disano, la tecnología combina a la perfección con la estética: Garda se ha diseñado siguiendo el refinado estilo Made in Italy, con unas dimensiones discretas y unas líneas sencillas que permiten que la luminaria se integre armoniosamente en el tejido urbano circundante y maximice el rendimiento de los ledes gracias a la correcta disipación del calor y a una distribución óptima de la luz.
Las farolas de Disano iluminan ahora todos los paseos de la zona del Castillo Sforzesco, no sólo realzando el encanto artístico y natural de la zona, sino también garantizando una excelente visibilidad y seguridad para todos los que transitan por ella.

Panattoni Park Bydgoszcz II

Zona Castillo Sforzesco en Milán