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Entre los recintos más emblemáticos de Milán, un lugar de honor le corresponde sin duda al Hipódromo SNAI San Siro. Su historia comenzó en 1833, cuando la Sociedad Lombarda para las carreras de caballos decidió construir una estructura compuesta por tribunas, establos, un pórtico para el pèsage, alojamientos para los jinetes, una enfermería y algunos otros edificios dedicados; así nació el Ippodromo del Galoppo, de refinado estilo Art Nouveau, pero desprovisto de ornamentación decorativa. En las décadas siguientes, la pasión por este deporte se extendió cada vez más en la capital lombarda, hasta el punto de que en 1911 la Società d&#8217;Incoraggiamento Razze Equine (Sociedad de Fomento de las Razas Equinas) convocó un concurso para renovar el hipódromo: lo ganó el distinguido arquitecto Paolo Vietti Violi, que creó una instalación sencilla, utilizando materiales totalmente novedosos para la época, como el hormigón armado, que le permitió construir estructuras impensables hasta entonces. En 1924, recibió el encargo de diseñar la instalación para las carreras de trote, incorporándola junto a la pista de galope: la pista, de un kilómetro de longitud, se impuso inmediatamente como la mejor del país y presumió de las victorias de los trotones más famosos de todos los tiempos.
En el Piazzale dello Sport, además, justo a la entrada del hipódromo se alza, con majestuosidad y elegancia, el Caballo de Leonardo, de Nina Akamu: la escultura ecuestre de bronce, considerada la mayor del mundo en su género, fue creada por la escultora estadounidense de origen japonés inspirándose en los dibujos originales del genio toscano que Ludovico el Moro, duque de Milán, le había encargado en 1482 para homenajear a su padre Francesco.
Además, el hipódromo milanés alberga una riqueza natural de incalculable valor, ya que incluye un Parque Botánico en el que prosperan plantas y arbustos, algunos de ellos centenarios, procedentes de Italia y de todo el mundo.
Recientemente se han llevado a cabo varias obras de renovación para mantener las instalaciones milanesas a la altura de su consolidada reputación internacional. Las tribunas de trote, en particular, han sido objeto de una renovación que también se ha centrado en un diseño de iluminación completamente nuevo: el proyecto de iluminación, realizado por Disano, ha incluido luminarias de la más alta calidad, construidas con materiales altamente seleccionados y, sobre todo, equipadas con fuentes LED fruto de la investigación más innovadora del sector. Además, la garantía de ser Made in Italy los convierte en verdaderos objetos de diseño, caracterizados por un aspecto discreto, pero siempre original, para que se integren armoniosamente en su entorno.
La selección incluía una amplia gama de productos con diferentes modelos &#8211; Mini Rodio, Sicura, Floor, Oblò, PanelTech, Venere, Liset, Podio &#8211; en consideración de las necesidades y diferentes ubicaciones.
El rasgo común de todas estas luminarias de Disano, para uso interior y exterior, es el equipamiento con ledes de alto rendimiento y gran fiabilidad para conseguir unos parámetros técnicos excepcionales: un alto índice de reproducción cromática, una vida útil muy larga, un flujo estable y confortable que evita deslumbramientos y parpadeos, ideal para la protección del ojo humano, así como para el respeto del medio ambiente.
Otra característica distintiva es el considerable ahorro tanto en términos de energía como de mantenimiento, garantizado únicamente por la tecnología LED más avanzada adoptada por la empresa italiana.
Así, en el hipódromo de Milán se han conseguido todas las ventajas de la iluminación LED más innovadora gracias a las luminarias de la marca Disano: a partir de ahora, será aún más fácil dejarse cautivar por las carreras salvajes de los caballos, bajo unas luces que iluminan al más alto nivel y salvaguardan el bienestar visual de cada usuario sin dañar el entorno natural.

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Hipódromo SNAI San Siro