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Corría el año 1957 cuando se inauguró en Milán el primer supermercado italiano: el día de la inauguración estuvo presente el mismísimo Nelson Rockefeller, fundador de la primera cadena de supermercados de Italia, Supermarkets Italiani S.p.A., a la que también se suman destacados empresarios nacionales, como la familia Caprotti. La novedad fue inmediatamente apreciada por la clientela milanesa, que la recompensó con un gran éxito, hasta el punto de que en los años sesenta le siguieron otras no sólo en la capital lombarda, sino también en la Toscana, primero en Florencia en 1961 y luego en Pistoia.
Del rótulo de &#8220;Supermarket&#8221; con la inicial S alargada en la parte superior, diseñado por el famoso artista gráfico Max Huber, surgió &#8220;Esselunga&#8221;, nombre dado por los propios clientes que lo llamaban así, inspirándose en un eslogan publicitario utilizado entre 1969 y 1971 que rezaba «Ven a gastar 1.000 liras largas en el supermercado con la ese larga».
A finales de los años setenta, Esselunga sacó al mercado por primera vez productos alimenticios congelados con su propio nombre; más tarde ampliaría cada vez más su oferta con el lanzamiento de muchos otros productos, incluidos productos frescos, convirtiéndose así en productor además de distribuidor de alimentos y bienes de consumo.
En la actualidad, Esselunga S.p.A., filial del holding Supermarkets Italiani S.p.A., cuenta con una red de más de 170 tiendas, entre supermercados e hipermercados, repartidas por toda Italia -desde Lombardía hasta el Véneto, pasando por Piamonte, Emilia Romaña, Toscana, Liguria y Lacio- y da empleo a unas 25.000 personas.
Recientemente, la tienda Esselunga de Corsico, un municipio del área metropolitana de Milán, optó por un sistema de iluminación eficiente, económico y actual: la solución la ofrecía el modelo Square, de la marca Disano.
Las fuentes de luz de esta luminaria concentran lo mejor de la tecnología LED para ofrecer una luz de alta calidad, garantizando la estabilidad y reduciendo las emisiones contaminantes. El resultado es una luz excepcional, capaz de proporcionar una gran visibilidad de una forma saludable y respetuosa para el ojo humano tanto de la mercancía como de la propia tienda. Otra ventaja es también la gran reducción de los costes energéticos que sólo las fuentes LED más avanzadas pueden proporcionar, un parámetro fundamental en los centros comerciales que necesitan luz artificial prácticamente todo el día.
Desde el punto de vista estético, el diseño compacto y menudo del proyector Square, concebido según los cánones del popular Made in Italy, está en perfecto equilibrio con su lugar de destino.
Ahora, en el centro comercial Esselunga de Corsico, pasear por los distintos departamentos para hacer la compra nunca ha sido tan agradable desde que se instalaron las luminarias Disano, que ofrecen una visualización perfecta y hacen que el entorno sea cómodo y saludable y, además, totalmente seguro.

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Supermercados Esselunga